jueves, 7 de octubre de 2010

Virulencia de la moda


“La posibilidad que tienen algunos procesos económicos, políticos, lingüísticos, culturales, sexuales, incluso teóricos y científicos, de superar los límites del sentido y avanzar por contagio inmediato (…) constituye a la vez un enigma para la razón y una maravillosa alternativa para la imaginación”.

Esto ocurre con el efecto de la moda, jamás aclarado. “Es la desesperación de la sociología y de la estética. Se trata de un contagio milagroso de las formas donde el virus de la reacción en cadena se enfrenta con la lógica de la distinción”. El placer de la moda es cultural, “pero ¿no debe más todavía al consenso fulgurante e inmediato en el juego de los signos? Las modas, por otra parte, se extinguen como las epidemias, cuando han arrasado la imaginación y el virus se fatiga. El precio a pagar, en términos de despilfarro, es el mismo: exorbitante. Pero todo el mundo lo acepta. Nuestra maravilla social es la de esta superficie ultrarrápida de circulación de los signos (y no la ultralenta de circulación del sentido)”. “La moda es un fenómeno irrepetible porque participa de ese modo de comunicación insensato, viral, inmediático, que sólo circula tan rápidamente porque no pasa por la mediación del sentido”. Ninguna razón filosófica ni sociología moral acabarán con la virulencia de la moda.


Jean Baudrillard, La transparencia del mal

lunes, 11 de mayo de 2009

Voyage au bout de la nuit


"En el fondo me había vuelto cada vez más como Baryton, me la traía floja. Todo eso que me contaba Robinson de su aventura en Toulouse no era ya para mí un peligro vivido; de nada me servía intentar interesarme por su caso, olía a rancio, su caso. De nada sirve decir ni pretender, el mundo nos abandona mucho antes de que nos vayamos para siempre.
Las cosas que más te interesan, un buen día decides comentarlas cada vez menos, y con esfuerzo, cuando no queda más remedio. Estás pero que muy harto de oírte hablar siempre... Abrevias... Renuncias... Llevas más de treinta años hablando... Ya no te importa tener razón. Te abandona hasta el deseo de abandonar siquiera el huequecito que te habías reservado entre los placeres... Sientes hastío... En adelante te basta con jalar un poco, tener un poco de calorcito y dormir lo más posible por el camino de la nada. Para recuperar el interés, habría que descubrir nuevas muecas que hacer delante de los demás... Pero ya no tienes fuerzas para cambiar de repertorio. Farfullas. Buscas aún trucos y excusas para quedarte ahí, con los amiguetes, pero la muerte está ahí también, hedionda, a tu lado, todo el tiempo ahora y menos misteriosa que una partida de brisca".



Louis-Ferdinand Céline

lunes, 4 de mayo de 2009

Tristana





"Estoy cargante, ¿verdad? No hagas caso de mí. ¡Qué locuras! No sé lo que pienso ni lo que escribo; mi cabeza es un nidal de disparates. ¡Pobre de mí! Compadéceme; hazme burla... Manda que me pongan la camisa de fuerza y que me encierren en una jaula. Hoy no puedo escribirte ninguna broma, no está la masa para rosquillas. No sé más que llorar, y este papel te lleva un botiquín de lágrimas. Dime tú: ¿por qué he nacido? ¿Por qué no me quedé allá, en el regazo de la señora nada, tan hermosa, tan tranquila, tan dormilona, tan...? No sé acabar".


Benito Pérez Galdós





martes, 28 de abril de 2009

Adicción al papel y letras sobre papel...

...Por los vicios de los vicios...


¡AMÉN!